Florentina Gómez Miranda

Abogada y política, volcó sus convicciones, su compromiso y su historia de lucha y de defensa de los derechos de las mujeres – Olavarría, Argentina, 14 de febrero de 1912 – Buenos Aires, Argentina, 1 de agosto de 2011

María Florentina Gómez Miranda (1912-2011) fue una destacada abogada y política argentina, afiliada a la Unión Cívica Radical desde 1944. Como diputada nacional (1983-1991), promovió leyes en defensa de los derechos de la mujer, presidiendo la Comisión de Familia, Mujer y Minoridad. Su labor incluyó la promoción de leyes como la patria potestad compartida y el divorcio vincular. Reconocida por su trayectoria, fue la primera mujer en ser velada en el Congreso Nacional y en ser enterrada en el Panteón de los Caídos de la Revolución del ’90 en el Cementerio de la Recoleta. Recibió diversos premios, como la Banca de Oro (1986) y el Premio Alicia Moreau de Justo (1990-1999).

 

 

Un recorrido a través de

Imágenes y Momentos

María Elena Walsh

«Si una mujer entra a la política, cambia la mujer. Si muchas mujeres entran a la política, cambia la política”.

Florentina Gómez Miranda

En 1983, fue elegida diputada nacional por la UCR, un logro que la convirtió en una de las primeras mujeres en ocupar un cargo legislativo de alto nivel en Argentina.

Florentina Gómez Miranda

«Públicamente, todos los políticos son feministas. Pero los elogios no se traducen en lugares para las mujeres»

«Alicia Moreau de Justo sólo entró en el Congreso en un cajón»

Biografía

María Florentina Gómez Miranda, nacida el 14 de febrero de 1912 en Olavarría, Argentina, emergió como una destacada figura en la esfera política y legal de nuestro país. Su trayectoria comenzó con su graduación en Derecho en la Universidad Nacional de La Plata en 1945, un hito significativo en una época en la que las mujeres enfrentaban barreras en el acceso a la educación superior y en el ejercicio de profesiones consideradas tradicionalmente masculinas. Este logro académico no solo marcó el inicio de su carrera profesional, sino que también sentó las bases para su futura labor en la defensa de los derechos de las mujeres.

Un año después de obtener su título de abogada, Gómez Miranda se unió a la Unión Cívica Radical (UCR), un partido con una historia de defensa de los principios democráticos y derechos civiles. Esta afiliación marcó el comienzo de su compromiso activo con la vida política del país y su lucha por la igualdad de género y la justicia social.

Sin embargo, fue en las décadas de 1980 y 1990 cuando Gómez Miranda alcanzó la cúspide de su influencia política. En 1983, fue elegida diputada nacional por la UCR, un logro que la convirtió en una de las primeras mujeres en ocupar un cargo legislativo de alto nivel en Argentina. Durante su mandato, Gómez Miranda dedicó una atención particular a las cuestiones relacionadas con la familia, la mujer y la infancia, presidiendo la Comisión de Familia, Mujer y Minoridad en el Congreso Nacional.

Su labor legislativa fue extraordinariamente prolífica, presentando más de 150 proyectos de ley destinados a promover la igualdad de género, proteger los derechos de la mujer y fortalecer la institución familiar. Entre estos proyectos se encontraban iniciativas para establecer la patria potestad compartida, legalizar el divorcio vincular, garantizar pensiones para viudos y cónyuges divorciados, así como garantizar la igualdad de derechos para los hijos nacidos dentro y fuera del matrimonio. Además, abogó por el derecho de la mujer a conservar su apellido de soltera después del matrimonio, un aspecto que simbolizaba su compromiso con la autonomía y la identidad de las mujeres en la sociedad.

El impacto de las contribuciones de Gómez Miranda trascendió las fronteras del ámbito legislativo, siendo reconocida y honrada en diversos ámbitos. En 1999, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la distinguió como «ciudadana ilustre», un testimonio de su influencia perdurable en la vida pública argentina. Además, en 2010, la Universidad Nacional de La Plata le otorgó la distinción de «Graduada Ilustre», convirtiéndose en la primera mujer en recibir este honor en la historia de la institución.

A lo largo de su vida, Gómez Miranda fue una defensora incansable de la igualdad de género y los derechos humanos, enfrentando desafíos y resistencias con valentía y determinación. Su legado perdura en el recuerdo de aquellos que la conocieron y en las políticas y leyes que ayudó a promulgar. Aunque falleció el 1 de agosto de 2011, su espíritu de lucha y su compromiso con la justicia continúan inspirando a las generaciones futuras en la búsqueda de un mundo más equitativo y justo para todos.