Mujeres de Malvinas

Siguen luchando contra el olvido: «No pudieron borrarnos de la historia»

Durante la Guerra de Malvinas, mujeres civiles y militares desempeñaron roles cruciales en el escenario bélico, contribuyendo no solo con su labor médica, sino también con su apoyo emocional a los combatientes argentinos. Sin embargo, a lo largo de los años, su participación activa en el conflicto fue omitida de los relatos oficiales, relegándolas al olvido y la invisibilidad.

Estas mujeres, jóvenes en su mayoría, experimentaron de cerca el horror y la violencia de la guerra, llevando consigo el peso del dolor y los recuerdos imborrables. A pesar de su destacada actuación, fueron marginadas y opacadas por prejuicios de género arraigados en la sociedad y en las estructuras militares.

Es crucial reconocer y rendir homenaje a estas valientes mujeres, cuyo coraje, dedicación y sacrificio en servicio de la patria merecen un lugar destacado en la historia nacional. A través de la resolución 1438/12, se ha logrado finalmente reconocer oficialmente su labor en el conflicto armado del Atlántico Sur, otorgándoles la distinción que tanto merecen.

Desde el Observatorio de Políticas de Género de SIGEN, se tomó el compromiso de honrar la memoria de estas heroínas, rescatando su legado del olvido y asegurándose de que su valiosa contribución nunca sea olvidada. Aunque aún queda mucho por reconstruir en términos de reconocimiento y justicia, ya se han dado los primeros pasos hacia la reparación histórica que estas mujeres merecen.

Biografía

Durante el conflicto bélico de 1982, la Guerra de Malvinas, un grupo valiente de enfermeras e instrumentadoras quirúrgicas desempeñaron un papel crucial en la atención médica de los soldados heridos, contribuyendo significativamente a salvar vidas en condiciones extremadamente difíciles.

Además, mujeres de diferentes ámbitos, incluyendo oficiales, cadetas y radiotelegrafistas de la Marina Mercante, desempeñaron roles clave en el escenario de la guerra. A pesar de su contribución vital, sus experiencias fueron marginadas y olvidadas en la narrativa histórica de Malvinas, luchando durante mucho tiempo por ser reconocidas como veteranas de guerra.

Entre estas mujeres valientes se encuentran nombres como Susana Mazza, Silvia Barrera, María Marta Lemme, Norma Etel Navarro, María Cecilia Ricchieri y María Angélica Sendes, quienes sirvieron como instrumentistas quirúrgicas en el Buque Hospital ARA «Almirante Irizar», así como Graciela Liliana Gerónimo, Mariana Florinda Soneira, Doris Renee West, Marta Beatriz Giménez, Olga Graciela Cáceres y Marcia Noemí Marchesotti, quienes ocuparon roles importantes en la Marina Mercante.

Asimismo, María Liliana Colino, que prestó servicio como auxiliar en un avión Hércules C130 durante la guerra, y Maureen Dolan, Silvia Storey y Cristina María Cormack, del Estado Mayor Conjunto, también fueron parte de este grupo de mujeres que se desempeñaron en el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS).

Aunque estas mujeres fueron oficialmente reconocidas como Veteranas de Guerra en 2012 por una resolución del Ministerio de Defensa, su lucha por el reconocimiento y la visibilidad continúa hasta el día de hoy. Además, otras enfermeras que prestaron servicio en el continente durante la guerra, como Alicia Reynoso y Stella Morales de la Fuerza Aérea Argentina, han logrado ser reconocidas como veteranas por vía judicial en el año 2021, un logro que también buscan sus compañeras.