Juana Azurduy

Patriota – Toroca, Intendencia de Potosí, Virreinato del Río de la Plata, 12 de julio de 1780 – Sucre, actual Bolivia, 25 de mayo de 1862

Juana Azurduy, una patriota del Alto Perú (actual Bolivia), lideró las guerras de independencia contra la Monarquía española y dirigió la Republiqueta de La Laguna. A pesar de su origen acomodado, quedó huérfana y se casó con Manuel Ascensio Padilla, con quien tuvo cinco hijos, todos involucrados en la lucha independentista. Después de la muerte de su esposo, se asoció con Martín Miguel de Güemes, pero su fallecimiento marcó el fin de su carrera. Murió en la pobreza, pero recibió homenajes póstumos en Bolivia y Argentina, incluyendo ascensos militares y la aparición de su imagen en moneda y canciones.

Un recorrido a través de

Imágenes y Momentos

Retrato de Juana Azurduy, 1876

Autor desconocido – Archivo General de la Nación Argentina.

“Yo no tuve miedo de luchar por la libertad de mi pueblo”.

Juana Azurduy

Autor anónimo – Salón de Espejos de la Alcaldía de Padilla.

Juana salvó a su marido que había caído prisionero en febrero de 1814 en una operación relámpago que dejó sin rehenes y sin palabras al enemigo.

Juana Azurduy

“La propuesta de dinero y otros intereses sólo debería hacerse a los infames que pelean por mantener la esclavitud, más no a los que defendían su dulce libertad, como él lo haría a sangre y fuego”.
(Se le atribuye como respuesta a un jefe español que intentó sobornar a su marido. Felipe Pigna, “Juana Azurduy, amazona de la libertad”).

Biografía

Juana Azurduy, una destacada heroína de la independencia americana y de Argentina, vivió una infancia en Chuquisaca, donde, a los doce años, fue educada en el Convento de Santa Teresa, aunque su carácter rebelde la llevó a ser expulsada a los 17 años. A los 25 años, contrajo matrimonio con Manuel Ascencio Padilla, uniéndose a la Revolución de Chuquisaca en 1809, que derrocó al presidente de la Real Audiencia de Charcas.

En 1811, tras la Revolución de Mayo en Buenos Aires, Juana y su esposo se unieron al Ejército Auxiliar del Norte para luchar contra los realistas del Alto Perú. Después de ser derrotados y apresados junto con sus hijos, perdieron sus cosechas y ganados. Una vez liberados en 1812, se unieron al general Manuel Belgrano, donde Juana organizó el Batallón Leales y demostró su valentía en la batalla de Ayohuma en 1813.

En 1816, en Bolivia, lideró a treinta jinetes, incluyendo mujeres, contra las fuerzas realistas, obteniendo un gran triunfo que le otorgó el rango de teniente coronel. Tras ser herida en la batalla de La Laguna en noviembre de 1816, su esposo murió intentando rescatarla. Posteriormente, se unió a Martín Miguel de Güemes y luego cayó en la pobreza tras la muerte del caudillo en 1821.

En 1825, Simón Bolívar la visitó y, al ver su situación precaria, la ascendió a coronel y le otorgó una pensión, que perdió en 1830 debido a los cambios políticos en Bolivia. Bolívar expresó que el país debería llamarse Padilla o Azurduy en su honor. Pasó años en Salta, solicitando la devolución de sus bienes confiscados, pero su pensión fue revocada en 1857. Murió en la pobreza a los 82 años, y cien años después, sus restos fueron exhumados y colocados en un mausoleo en Sucre como homenaje.